EL GRAN LIBRO DE LOS JUEGOS
Al recopilar los juegos del mundo, los editores se han concentrado en los juegos tradicionales que han superado la prueba del tiempo; juegos que reflejan la sabiduría y el ingenio acumulados por la humanidad. "El auténtico, el puro juego es una de las principales bases de la civilización", escribió el historiador Johan Huizinga en su famoso tratado sobre el hombre, el jugador: "Homo Ludens". He aquí la evidencia documental y gráfica que apoya la tesis de Huizinga: unos cien juegos de la más diversa naturaleza, y que van desde complejos ejercicios estratégicos, como el shogi, hasta los más sencillos "juegos para empezar un juego".
La selección ha sido muy amplia y responde a un compromiso entre juegos exóticos y los favoritos en cualquier época que han tenido su importancia en la historia de Asia, Europa y América. Hay juegos para cualquier edad y éstos pueden ser compartidos por niños y adultos. Hay juegos de interior y de aire libre que, con diversa cantidad de participantes, se pueden practicar en multitud de ocasiones.
En cuanto a las fotografías de los juegos en acción, lo que se pretende con ellas es ofrecer un panorama global de las actividades lúdicas del mundo: sorprenden las similitudes e intrigan las diferencias.
En otras palabras, éstos son los juegos que no han perdido todavía su antigua magia ni el atractivo para que sigamos practicándolos tan asiduamente como, en otros tiempos, el pueblo llano o los antiguos reyes de Castilla.
Fotografía uno: Guerreros keniatas ataviados al estilo tribal dejan sus lanzas plantadas mientras juegan al wari. Conocido con nombres variados, este juego adopta innumerables formas locales en las diferentes regiones africanas.
Fotografía dos: Mujeres de la India se reúnen en un centro social para jugar al parchis.
Fotografía tres: Entusiastas del go se reúnen en un club público de Pekín para practicar intensamente su juego.
Fotografía cuatro: Trabajadores chinos atraen a unos cuantos espectadores en torno a una partida improvisada de ajedrez chino. Los tableros portátiles son, a veces, de papel, y se tiran cuando se deterioran.
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