martes, 12 de junio de 2012

JUEGO Y CULTURA

                                                  CARACTERÌSTICAS DEL JUEGO


En "Homo Ludens" (1938), Huizinga sostiene la tesis de que el juego puede ser  el fundamento de la cultura, en su opinión las grandes ocupaciones de la convivencia humana están impregnadas de juego. En particular, el juego comienza desde el lenguaje, pues a través de él se levantan las cosas al ámbito del espíritu, en el simple hecho de nombrar las cosas: "Jugando fluye el espíritu creador del lenguaje constantemente de lo material a lo pensado." Es a través de las metáforas como la humanidad se crea una expresión de su existencia, un segundo mundo inventado, paralelo al mundo de la naturaleza: "En el mito encontramos una figuración de la existencia...Mediante el mito trata el hombre primitivo de explicar lo terreno y mediante él, funde las cosas en lo divino..."
El juego auténtico es el fundamento de la cultura; de esta manera Huizinga estaría considerando al juego como lo más serio de la existencia, pues a través del juego, en su forma lingüística o en cualquier otra forma, es como le doy forma a mi propia existencia.
Huizinga descubre ciertas características del juego,
1) una de ellas es el de la libertad, pues "el juego es libre".


2) Una segunda característica es que el juego no es la vida corriente o la vida propiamente dicha, sino que el juego es un "como si": en el juego se dan dos fenómenos, el de broma (no serio) y lo serio del juego. Como broma ocupa un lugar inferior pero como serio ocupa un lugar superior, me parece que ambos serían los límites del juego y su ambigüedad constituyente.


3) Una tercera característica del juego, según Huizinga, es su carácter desinteresado, en tanto que lo que se juega es un "algo" que no pertenece a la vida, es decir, se halla fuera del proceso de satisfacción de necesidades y deseos. Me parece que es gracias a este desinterés que el juego posee una autonomía y una fuerza propias, pero además nos estaría posibilitando un presente permanente y continuo, pues en el mundo de la necesidad del hombre siempre tiene la ansiedad del futuro, de asegurar su existencia, en el juego estos menesteres se suspenden, no se va a ninguna parte, el juego es un presente pleno de sentido en donde el tiempo es suspendido.


4) Una cuarta característica del juego es la de convertirse en un "intermezzo" de la vida cotidiana, como un complemento de la vida: "Así es como se nos presenta el juego en primera instancia: como un intermezzo de la vida cotidiana, como ocupación en tiempo de recreo y para recreo. Pero, ya en esta su propiedad de diversión regularmente recurrente, se convierte en acompañamiento, complemento, parte de la vida misma en general. Adorna la vida, la complementa y es, en ese sentido imprescindible para la persona, como función biológica, y para la comunidad por el sentido que encierra, por su significación, por su valor expresivo y por las conexiones espirituales y sociales que crea, en una palabra como función cultural."


5) En su carácter de "intermezzo" de la vida cotidiana, el juego se aparta de la vida por su espacio y por su tiempo, la de su "limitación temporal": "Se juega dentro de determinados límites de tiempo y espacio. Agota su curso y su sentido dentro de sí mismo.  Esto constituye una nueva y positiva característica del juego. Éste comienza y en un determinado momento, ya se acabó. Terminó el juego. Mientras se juega hay movimiento, un ir y venir, un cambio, una seriación, enlace y desenlace.


6) Pero a esta limitación temporal se junta directamente otra característica notable. El juego cobra inmediatamente sólida estructura como forma cultural. Una vez que se ha jugado permanece en el recuerdo como creación o como tesoro espiritual, es transmitido por tradición y puede ser repetido en cualquier momento...Esta posibilidad de repetición del juego constituye una de sus propiedades esenciales."


7) Así como el juego tiene una delimitación temporal caracterizada por la repetición, también posee una delimitación espacial, pues siempre se juega "dentro de un campo", este puede ser material o ideal: "Así como por la forma no existe diferencia alguna entre un juego y una acción sagrada, es decir, que ésta se desarrolla en la misma forma que aquél, tampoco el lugar sagrado se puede diferenciar formalmente del campo del juego. El estadio, la mesa de juego, el círculo mágico, el templo, la escena, la pantalla, el estrado judicial, son todos ellos por la forma y la función, campos o lugares de juego; es decir, terreno consagrado, dominio santo, cercado, separado, en los que rigen determinadas reglas."
Por ello es que Huizinga puede afirmar que en el campo de juego rige un orden propio y absoluto, ello me parece que lo haría independiente y lo aislaría de la cotidianidad, la cual considero  quedaría suspendida y sería el lugar de la puesta en cuestión de la necesidad del mundo. Me parece que este campo de juego con reglas propias es lo que le daría al juego su carácter de libertad y autonomía, en el sentido de que sus reglas no le vienen dadas de fuera del campo, por otro campo distinto del juego. Pero Huizinga va más allá y nos dice que el juego crea un orden, y tiene razón porque es una conquista de la realidad, la cual logra ser aislada a través del campo de juego. En torno al orden del juego, nos dirá: "Dentro del campo del juego existe un orden propio y absoluto. He aquí otro rasgo positivo del juego: crea orden, es orden. Lleva al mundo imperfecto y a la vida confusa una perfección provisional y limitada. El juego exige un orden absoluto.


8) Además del carácter de orden que posee el juego como ritmo y armonía, Huizinga descubre una cualidad de tensión en el juego, de incertidumbre e irresolución, pero también nos dice que en el juego existe esta tendencia hacia la resolución: "Entre las calificaciones que suelen aplicarse al juego mencionaremos la tensión...quiere decir incertidumbre, azar, es un tender hacia la resolución. Con un determinado esfuerzo algo tiene que salir bien...Este elemento de tensión presta a la actividad lúdica, que está más allá del bien y del mal, cierto contenido ético. En esta tensión se ponen a prueba las facultades del jugador: su fuerza corporal, su resistencia, su inventiva, su arrojo, su aguante y también sus fuerzas espirituales, porque en medio de su ardor para ganar el juego, tiene que mantenerse dentro de las reglas, de las reglas de lo permitido en él."


Concluyendo, el juego es una acción u ocupación libre, que se desarrolla dentro de unos límites temporales y espaciales determinados, según reglas absolutamente obligatorias, aunque libremente aceptadas, acción que tiene su fin en sí misma y va acompañada de un sentimiento de tensión y alegría y de la conciencia de "ser de otro modo" que en la vida corriente. Definido de esta suerte, el concepto parece adecuado para comprender todo lo que denominamos juego en los animales, en los niños y en los adultos: juegos de fuerza y habilidad, juegos de cálculo y azar, exhibiciones y representaciones. Esta categoría, juego,parece que puede ser considerada como uno de los elementos espirituales más fundamentales de la vida.


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