domingo, 15 de junio de 2008

AJEDREZ - EL JUEGO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE



UN COMBO AJEDRECISTICO


En un nuevo homenaje para el Rey de los Juegos, juntamos en un combo varios elementos: a)los conceptos de Eduardo Scala, conocedor de los secretos del ajedrez, en una nota realizada por Jesús Nuño para la revista española "Próximo Milenio",

b) las Simultáneas de Ajedrez celebradas por el Maestro Diego Sumic, el 25 de mayo, en la Feria de Mataderos, junto a 18 aficionados (Alejandro Mercado, Ariel Golbano, Carlos Mendoza, Eliseo Ripea, Federico Romero, Germán Tevez, Gonzalo Castillo, Héctor Golbano, Hugo Mena, Juan Duarte, Nicolás Márquez, Ricardo Correa, Rodrigo Guerrero, Rodrigo Luna, Román Villa, Sandro Palmieri, Teka Duarte y Víctor Caro), y

c) la participación de un grupo de alumnos de la Escuela Nº 19 - D.E. 20º "Roma" en un Torneo Escolar el 31 de mayo.


El ajedrez es la búqueda de la verdad, por eso se llama el Juego de los Filósofos. Es una discusión en silencio con el otro oponente, buscando la realidad última de cada posición. En este sentido, es un ejercicio de introspección muy grande, evidentemente a través de la inteligencia. Con la razón, el cálculo, la lógica, la metalógica y la magia. Hay jugadas maravillosas donde entiendes que retrocediendo avanzas, y jugadas en las que hay que sacrificar la Dama por un Peón, pués el Peón vale más que la Dama.

Los maestros sufíes, ajedrecistas árabes, proponían una posición enigmática: "blancas juegan y dan mate en tres jugadas". Te asomabas al tablero, y veías que la posición era deseperada y que, lógicamente perdías. Y además, estabas amenazado de mate a la primera. No veías nada. Pero a medida que ibas penetrando, corriendo los velos de la ilusión, dabas con la clave, que por lo general era sacrificar una torre, luego otra, y al final dabas mate con el famoso caballo árabe en un rincón. Era un ejercicio de iluminación que te ponían para que hicieras todo un esfuerzo de meditación, de introspección, para alcanzar la visión suprema. Esta enseñanza se transfería a la vida. Y los lances de la vida eran tomados de otra forma, entendiendo que siempre existen recursos, si no te desconectas de la esperanza y del conocimiento.

AJEDREZ - EL JUEGO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE (1)



TODA UNA CEREMONIA


El ajedrez es divino, es un juego sacerdotal, la mano de Dios juega y gana. El jugador consciente, sabio, es muy humilde, pues sabe que no sabe nada. Y se pone a la escucha de lo que llaman los grandes maestros: "el espíritu de la posición".

Es toda una ceremonia. Desde el instante que das la mano al oponente, entras de lleno en el templo del tablero, el espacio, con las piezas que significan el tiempo. Empiezas a trabajar con el tiempo, en torno al tiempo, y desde ese instante te conviertes en servidor, en otra pieza del Gran Juego. En este sentido eres un actor oracional, porque estás en silencio, el lenguaje del misterio. Los grandes maestros se dan cuenta que con la cabeza, con la razón no se solucionan los problemas, sino aniquilando el yo, el ego, los deseos. Esa es la conexión divina, la armonía. Y cuando conectas con ese hilo de la armonía, las piezas se mueven solas, fluyen y aparecen las grandes jugadas, los lances extraordinarios.

Y es simplemente porque es el arte de Mercurio, "el filo de la navaja". Estás ahí, en el caballo, llevando las riendas, pero el caballo te lleva, hay una fuerza superior, que es la que confiere la Divinidad, la conexión con el Maestro Supremo, el Creador. De hecho, en las competiciones todavía se sigue manteniendo este pulso divino del ajedrez.


En las fotos, el Maestro Diego Sumic jugando simultáneas en la Feria de Mataderos y alumnos de la Escuela "Roma" en un Torneo Escolar.

sábado, 14 de junio de 2008

AJEDREZ - EL JUEGO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE (2)



DEVOCIONAL, INICIATICO


Es un juego de iniciación, para tratar la realidad, para entender que en un instante el más pobre se convierte en el más rico, o el más rico en el más pobre, para comprender que en cierto momento hay que sacrificar piezas, porque la propia riqueza de una posición te bloquea y te hace perder la partida. En este sentido te hace ir más allá de la mirada, y tiene posibilidades enormes, siempre y cuando conectes con el Gran Maestro que nos mueve a todos, porque al final, como decía Borges, nosotros movemos las piezas, pero nosotros somos también movidos, y en este sentido es un acto de devoción. Es devocional, iniciático.

El ajedrez se ha envilecido, como todos los juegos antiguos iniciáticos, porque se juega en forma de deporte competitivo, para ganar dólares, buscando el resultado. La profanación del templo es muy evidente, y no sólo no queda iniciado el jugador, sino que puede quedar enloquecido. De ahí procede el mito famoso de "el loco del ajedrez", que es como un autómata, una máquina que se dedica a mover las piezas a través de una información exhaustiva, y al que lo único que le interesa es ganar como sea. Está desconectado de la Armonía Universal, y no entiende la naturaleza sagrada del juego. Esto es el peligro, porque el ajedrez es algo sagrado, y hay que acercarse a él de una forma devocional.


En las fotos, Diego Sumic en la Feria de Mataderos frente a 18 aficionados y partidas del ajedrez escolar.

AJEDREZ - EL JUEGO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE (3)



UN CONTENIDO INTENSO


Los Peones tienen un enorme significado, son el "alma del ajedrez" según Philidor. Son lo más humilde, pero son poderosísimos porque forman la estructura que conforma toda la partida. Son el pueblo.

La Dama simboliza el poder de la Mater, de la materia, de lo femenino. Tiene un poder y una versatilidad enorme. Ha de moverse con enorme cautela, porque define la partida, dada su potencia. Es la Gran Diosa, la Madre y la Compañera del Rey, su Gran Protectora y, a la vez, la Gran Devastadora. Su ambivalencia la conecta con todos los mitos de la feminidad.

El Rey, y esto demuestra la sabiduría del ajedrez, realmente es un pobre, que va de una casa en una casa, como un Peón grande, y necesita a todo su ejército para que le proteja. Es el símbolo del centro, del corazón, de ahí que sea su paso tan majestuoso, y que al final ordene y domine la partida. Y que no se mueva, porque su misión es no moverse. Es lo inmóvil, la quietud del espíritu. Asiste, manda, y da instrucciones en esta batalla espiritual. Al final él es todo el ejército, y contiene a todas las piezas. Esto indica que contiene a todo el pueblo.


Las fotos son de las simultáneas de ajedrez que dió el Maestro Diego Sumic en la Feria de Mataderos y chicos de escuelas públicas en los Torneos de Ajedrez Escolar.

AJEDREZ - EL JUEGO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE (4)


LA INDIA Y PERSIA


El Chaturanga, de chatur que significa cuatro y anga que es jefe, es considerado, según muchas opiniones, como el origen del Juego Rey. Se jugaba en un tablero de 8 x 8, 64 casillas, del mismo color, con cuatro jugadores formando dos parejas, con los colores negro y verde contra el rojo y el amarillo. Cada jugador disponía de una torre, un caballo, un alfil, 4 peones y el Raj o Rey. Se echaban dados para decidir qué pieza se movía. Una leyenda atribuye su invención a un héroe mítico, el hijo de Pandú, 3.000 años antes de Jesucristo, y otra a Ravan, esposa del Rey Lanka, en el siglo VI después de Cristo.

El poeta Firdusi, en un poema del "Libro de los Reyes", cuenta cómo llegó el ajedrez a Persia desde la India. Relata que Harsha Vardana, soberano indio, envió un embajador al Rey Cosroes II, con el presente de un magnífico tablero y sus piezas, acompañado de una carta en la que se explicaba que haría a su Reino tributario de Persia si en la corte del Rey persa, se descifraban las reglas del juego. Ninguno de los magos y sabios llamados por Cosroes II pudo descubrirlas, pero su primer ministro, Zuzursmihr, encerrándose durante un día y una noche a solas en su habitación, consiguió descifrarlas.


En la fotos, las simultáneas de ajedrez en la Feria de Mataderos realizada por Diego Sumic ante 18 aficionados.

AJEDREZ - EL JUEGO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE (5)


EL MAS BELLO AJEDREZ


Amenazada Sevilla por Alfonso VI de Castilla, Ibn Amar, primer ministro del Rey de Sevilla ALmotamid-Ben-Amed, hizo fabricar el más bello juego de ajedrez que los ojos humanos hayan contemplado jamás. Las piezas eran de sándalo y ébano con incrustaciones de oro, cinceladas por los más hábiles artesanos de la orfebrería morisca, los escaques de nácar y mármol negro.

Llevando el ajedrez salió al encuentro de Alfonso VI. Recibido honrosamente por el Rey Castellano, que le estimaba, convenció a Don Alfonso para jugar una partida, mostrándole el ajedrez, diciéndole que si vencía sería suyo, y si perdía podría pedirle cualquier cosa compatible con su real condición.

El Rey jugó la partida, que ganó Ibn-Amar, delante de sus Caballeros de Armas. Cuando el Rey dobló su pieza principal en señal de rendición, el primer ministro le pidió que se retirara con su ejército. Montó en cólera, pero, ya calmado, dobló el tributo del reino de Sevilla y accedió a su petición.


En las fotos, Diego Sumic jugando en Mataderos y chicos en un Torneo Escolar.

AJEDREZ - EL JUEGO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE (6)



ALFONSO X EL SABIO


"El libro de los Juegos diversos de Ajedrez, Dados y Tablas", magnífico códice escrito e iluminado en Sevilla por orden de Alfonso X el Sabio, concluido en 1283, es la obra más importante de la literatura ajedrecística mundial. Escrito en romance castellano, comienza enalteciendo el ajedrez como el más noble de los juegos, el que requiere más inteligencia, y pasa luego a explicar las reglas del juego, presentando después 103 problemas con sus soluciones.

Alfonso X el Sabio, gran jugador, aparece en diversas miniaturas. En la primera, dando la orden de hacer el códice, y en los siguientes, jugando con su familia, enseñando a sus hijos el juego, con la Reina Doña Violante y con miembros de la corte. Alfonso X consideraba que el ajedrez era un entretenimiento sano y bueno para el hombre, y quería que lo practicasen todas las personas de la sociedad de su tiempo. Por ello en las miniaturas los personajes no están elegidos al azar, sino que representan a damas, caballeros, músicos, cazadores, médicos, alquimistas, profesores, etc.


En las fotos, las simultáneas de ajedrez en la Feria de Mataderos con Diego Sumic frente a 18 aficionados, valientemente derrotados, y alumnos de las escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires en un Torneo Escolar.

AJEDREZ - EL JUEGO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE (7)



EL SIGNIFICADO DE LAS PIEZAS NEGRAS


Las piezas negras representan lo femenino. Las blancas, que simbolizan el principio solar, abren el juego, son la semilla, el principio masculino. Las negras juegan defensas, por lo general, porque su naturaleza es receptiva, femenina. En este sentido en toda la teoría de las aperturas juegan casi siempre de una forma muy receptiva. Son de una peligrosidad enorme, porque jugar con blancas y llevar la iniciativa permanentemente es terrible. Ser hombre es muy difícil. Ellas están ahí, a la espera de darnos zarpazos. Por eso jugar con piezas negras es de una enorme sutileza. Y de menos compromiso que con blancas. De las negras dicen algunos irónicos que tienen un error menos. Si el blanco comete una equivocación, el negro inmediatamente le castiga. Esto sucede con el eterno femenino, que termina cortándonos el cabello a todos...


En las fotos, Diego Sumic en la Feria de Mataderos y un torneo escolar en la Ciudad de Buenos Aires.

AJEDREZ - EL JUEGO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE (8)



"EL ANGEL CONTRA EL DEMONIO"


Es un cuadro de Paolo Boi da Noto, el Siracusano, llamado en su tiempo "el principe de los jugadores", se cuenta la leyenda de que en varias ocasiones, a lo largo de su vida errante, jugó al ajedrez contra el demonio, derrotándole siempre. En una de estas partidas el diablo tomó la forma de una hermosa joven morena de mirar enigmático y penetrante. Cuando la dama se encontraba al borde de la derrota, Paolo anunció mate en dos jugadas, la pieza del Siracusano se cambió de blanca en negra lo que invalidaba la jugada. Espantado ente el prodigio y dándose cuenta de que jugaba contra el demonio, el devoto Paolo se santiguó, exclamando: "Santa Madona", ante lo cual desapareció su bella adversaria.

Pero el demonio no está fuera del ajedrez, sino dentro de él. El ajedrez tiene dos caras. En una de ellas reina la armonía y la belleza de las figuras y del tablero, el cálculo y la razón, la geometría, las matemáticas. La otra está llena de secretas imágenes demoníacas, que reflejan la aventura y el peligro, la guerra, la destrucción del enemigo, la muerte, la lucha por la vida del Rey. Al igual que en la lucha por la vida real, requiere el ajedrez prever las consecuencias de las propias acciones, dar golpes bien calculados desde una defensa bien construida, atacar desde una posición fuerte, unir la táctica y la estrategia.

Están pues contenidos, en el pequeño espacio mágico del tablero, Dios y el demonio, el Bien y el Mal, la Vida y la Muerte... el hombre en su más interna contradicción.


Las fotos corresponden a las simultáneas de ajedrez realizada por Diego Sumic en la Feria de Mataderos, invicto ante 18 adversarios, y un torneo escolar del Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

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