sábado, 29 de marzo de 2008

EL DESAFIO DEL JUEGO (1)


                ENCUENTRO DE JUEGOS CON CHICOS DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES.


JUEGOS, MÚSICA, BAILES, JORNADA CON CHICOS DE BARRIOS DE LA CIUDAD.


ESCALERAS Y SERPIENTES, UN JUEGO ANTIGUO DE LA INDIA, PARA ENCANTAR A CHICOS DEL NUEVO MILENIO.

EL DESAFIO, ENCARADO COMO ELEMENTO ESENCIAL DEL JUEGO


Consideraciones del psicoanalista francés Prof. R. Testayre, Rector de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Paris - Francia (1987).


¿Qué es lo que hace que el juego se realice, cuál es la búsqueda del jugador, el motor del juego, el objeto bajo la trama del jugar?... ¿Qué hay en el juego, qué es lo que posibilita que haya juego, lo que moviliza, activa a la persona que se pone en jugador?... Porque el juego no nace del deseo del otro, no puede ser ordenado. El desafío, aunque desconocido, ignorado, inconsciente, surge a partir de la posición subjetiva del jugador. Así, la actividad voluntaria, si es utilizada no es el origen del juego. De la misma manera que una necesidad no se racionaliza, ya que es vivida, es impresión y expresión, el juego se juega, existe en el acto, no se fija en una representación mental. De allí lo inefable del juego, ya que es presencia, experiencia, devenir.


JUEGOS DE TABLEROS PARA ALUMNOS DE ESCUELAS PÚBLICAS DE LA CIUDAD.

Pero uno no juega a cualquier cosa, no con cualquiera. El juego no es pues gratuito, gratuito o aleatorio, no, como si fuera posible jugar siempre por decisión (pues si se juega siempre, es por desconocimiento, por ilusión necesaria).



El desafío del juego no se sitúa pues en la voluntad, aun si el torero tiene una voluntad encarnizada de ganar el trofeo de oro... allí hay un desgaste activo pero no medido y controlado, para a la vez, cortarle la oreja al toro; la apuesta no es el fetiche conquistado, no es el corte de la oreja; aunque todo juego se inscribe en la realidad exterior, el objeto externo no aparece como el objetivo real, aunque lo parezca, es simplemente un objeto pretexto, un cebo del motivo y no la motivación misma. Sólo hay que ver cómo uno se cansa rápido de jugar... quiero decir, de ganar en un juego, de servirse de un mismo desafío exterior. El juego se agota si no hay creatividad sobre el desafío externo, que debe cambiar para conservarse en calidad de tal (juegos deportivos: siempre más alto; la barra, la distancia, la velocidad).


JUEGOS DE MESA EN UNA JORNADA EN LA PLAZA VATICANO DE LA C.A.B.A.


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