sábado, 29 de marzo de 2008

EL DESAFIO DEL JUEGO (3)


ALGUNA VEZ TUVISTE UN CALEIDOSCOPIO? NO DEJES PASAR LA OPORTUNIDAD.


EL GRUPO KALEIDOSCOPIO DE CULTURA COMUNITARIA DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES.

LAS REALIDADES DEL DESAFIO


El desafío del juego se inscribe entonces en las dos realidades: la psíquica y la exterior; corriendo el riesgo de que el jugador no pueda regular el desafío real subjetivo a través del desafío exterior. Si el jugador, por ejemplo, pierde siempre, corre verdaderamente el riesgo de perder en eso su vida (psíquica y aún física). El jugador -el ello- rechazará el juego de la vida porque el descontento no está regulado por alguna primacía del placer del juego.

Si él gana demasiado en un momento, y se deja seducir por el desafío externo, fijado a su objeto-cebo por el placer descubierto y organizado sobre el principio del juego, el jugador -el ello- rechazará la realidad externa que no pertenezca al círculo de su juego como jugador.



De esta manera, si el juego es un modo de tentativa de equilibrio entre el principio de placer y el principio de realidad, el animal jugador, arriesga perder "algunas plumas":

* Ya sea que el desafío externo haya podido seducirlo y surge entonces la manía del juego,

* o bien sea que el desafío interno no haya podido cargarse en alguna instancia de juego en el campo exterior y la realidad de la muerte se prepara, se anuncia y se juega.

Remarquemos que en estas dos perversiones, en estas dos formas fracasadas del juego, es Tanatos que triunfa sobre Eros. Ni demasiado ni muy poco.

Eros, para ganar su juego de muerte con la muerte, trabaja en un régimen óptimo: el equilibrio entre dos vértigos; entre lo máximo y lo mínimo se encuentra lo óptimo, lo juesto. Quizás, en este punto se encuentre la regla del juego, fundamento del verdadero juego. La ley es fundadora, pero para eso, habrá que jugarla.





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